Estamos a las puertas del verano, pero este año la primavera, lluviosa y tormentosa, sigue siendo primavera y se resiste a abandonarnos. Además, las cordilleras montañosas acumulan nieve como no se recuerda. Con este escenario, todavía seguimos encontrando setas claramente primaverales de meses anteriores (Colmenillas, Seta de San Jorge o Perretxiko, Senderuelas e incluso Seta de marzo en los bosques más altos). Junto a estas especies hemos podido ver, sin la abundancia de otros años, los Agaricus o champiñones (A. crocodilinus, A. litoralis, A. bisporus, A. bitorquis, etc.), especialmente en praderas y páramos altos.
Pero el bosque sigue su curso y en los bosques de frondosas, después de la eclosión de las hojas, comienzan a fructificar las primeras setas: Amanita rubescens (Amanita vinosa o Galanperna Galdakanesa), en compañía de Amanita spissa, Russulas tempraneras como Russula vesca y R. cyanoxantha, especialmente en robledales y hayedos. También los Boletus, en cuanto las temperaturas se recuperen un poco, brotarán con cierta abundancia (Boletus reticulatus, B. aereus y B. erythropus). Además, en estos bosques, y de forma abundante si la humedad sigue acompañando, los Cantharellus o rebozuelos (Cantharellus cibarius y C. pallens) e incluso alguna Lengua de vaca (Hydnum repandum), se pueden ver ya en junio.
En zonas más termófilas (o no tanto, dependiendo de la temperatura), a los más “suertudos”, la Amanita caesarea les puede sorprender con sus espectaculares colores. También en esta época primaveral, en los bosques montanos de Pino silvestre, se produce un generoso brote de Boletus pinophilus.
Tampoco podemos olvidarnos de las amanitas primaverales, algunas de ellas mortales como Amanita verna e incluso Amanita phalloides, que suele ser muy precoz en los bosques termófilos de frondosas. La primera puede ser confundida con champiñones y las segunda, con sus tonos verdes, con russulas verdosas (R. heterophylla, R. virescens ó R. cyanoxantha).
En resumen, dependiendo de la zona geográfica del país, en este mes de junio, muchos aficionados pueden recolectar especies muy dispares, si tenemos en cuenta su época de aparición, altitud y latitud. Sólo hay que seguir el rastro de las tormentas…
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