Abril no ha sido el mes de las aguas mil. La verdad es que ha sido bastante irregular: fuertes vientos, en muchos casos del sur, que secan los campos y bosques, importantes nevadas primaverales, como en la Cornisa Cantábrica, Pirineos y Sistema Central, y por último, intensas lluvias en algunas zonas. Tras abril, la previsión ya habla de subida generalizada de las temperaturas y pocas lluvias, al menos en los primeros días del mes, por lo que veremos lo que da de sí mayo, mes en el que la naturaleza se prepara para el verano.

Durante mayo, todavía podremos recolectar Colmenillas o Cagarrias (Morchella sp.), pero cada vez en zonas más altas, en bosques de montaña. También en estos biotopos, especialmente en bosques de abetos y pino silvestre, encontraremos las últimas Setas de ardillas (Hygrophorus marzuolus) de la temporada.

Pero sin duda, en este primaveral mes, hay que destacar la aparición de setas en las praderas de media montaña y páramos. El Perretxiko, Zuza o Seta de San Jorge (Calocybe gambosa), durante este mes, fructifica de forma abundante en zonas a partir de 800m. Le acompaña la senderuela (Marasmius oreades), formando grandes corros en los prados, antes de que la hierba crezca de forma acelerada. También en los páramos castellanos, podremos tener un brote interesante de la Seta de Cardo (Pleurotus eryngii) y Seta de caña (Pleurotus nebrodensis). También en estos prados y páramos de altura se produce una pequeña explosión de Agaricus o champiñones primaverales, entre los que encontramos: Agaricus crocodilinus, A. litoralis, A. pampeanus, A. bitorquis, A. arvensis y A. sylvicola, todos ellos comestibles.

Si las temperaturas no son demasiado bajas, en los bosques ya puede iniciarse algo de actividad. Entre las especies más precoces en pinares y bosques de frondosas, encontramos Boletus pinophilus. También en robledales y hayedos templados brotan los primeros Boletus reticulatus (= B. aestivalis).

Además, en estos bosques frondosos, podemos localizar las primeras Carboneras o Urretxas (Russula cyanoxantha) y, sobre todo, la precoz Russula vesca. Las distintas especies de Cantharellus (C. pallens y C. cibarius) empiezan también a destacar entre el verde musgo. Por último, otra especie que además de otoño brota con cierta abundancia en primavera es Amanita rubescens (Amanita vinosa, Ardotsu o Galanperna Galdakanesa). La podemos encontrar en pinares, robledales y hayedos.