Caracteres macroscópicos. Píleo de hasta 150 mm de diámetro, primero hemisférico, después convexo a plano-convexo con el centro abultado; margen regular, ondulado, largo tiempo enrollado, delgado. Superficie piléica adnata, seca, brillante, vellosa-peluchosa, más tarde afieltrada-escamosa; de color  violeta oscuro, violeta-azulado o violeta-púrpura. Láminas medianamente apretadas, estrechas, desiguales, adnato-decurrentes, a veces uncinadas; de color violeta oscuro, marrón-ferruginoso en la madurez. Estípite hasta 120×20 mm, cilíndrico, lleno, ensanchado en la base o bulboso, rayado con largas fibrillas longitudinales, con algunas zonas o bandas transversales; del color del píleo; cortina fugaz, lanosa, violeta o azul-violáceo. Contexto espeso, violeta o violeta-lilacino, con olor de madera de cedro y sabor dulce.

Caracteres microscópicos. Basidiósporas de 11,0-13,5 x 7,0-8,0 µm / Q = 1,3-1,5; de elípticas u ovoides, apiculadas, con verrugas densas en forma de espinas truncadas, aisladas, amarillo-leonado claro con KOH al 2%. Esporada pardo-ferruginosa. Pileipellis filamentosa, no gelificada, hifas erectas, paralelas, cilindráceas, estrangulándose en las uniones, fibuladas, hasta x25 µm, elementos terminales hasta 90×10 µm, obtusos o atenuados, con pigmento vacuolar violeta vistas en agua.

Ecología. En verano y otoño en bosques de frondosas, especialmente Quercus petrea, Fagus sylvatica y Betula sp. Distribución. Poco frecuente.